Foto de estudio.
Cartel anunciador 1º Gran Premio Vizcaya (Nik).
Ante esta descalificación, tras el campeonato peninsular de fondo en carretera, surgió la idea de los entusiastas de Remigio, que reunieron 500 pesetas, dispuestos a ponerlas en juego en un match entre el corredor galdakoztarra y el detentador de aquel trofeo, aunque la presión de la prensa le hizo desistir de la idea. Pero siguió participando en pruebas de menor nivel, llevándose las victorias de Areatza y Muskiz. Una carta conciliadora de Remigio desde el servicio militar en Burgos, posibilitó finalmente que el 8 de diciembre se levantase su inhabilitación.
Cartel de Martinez Ortiz de la Vuelta al País Vasco. Foto Excelsior.
Fue tal el interés que despertó el “I Gran Premio Bizkaia”, que incluso el periódico francés “L’auto”, organizador del Tour, mostró su admiración por la prueba. Fueron 100, los ciclistas que tomaron la salida con lluvia, viento, frío y granizo, en la que los participantes catalanes realizaron un papel mediocre. Val se pegó a la rueda de Remigio y aprovechando una confusión producida por una aglomeración de automóviles y tranvías en Algorta, escapó y le ganó a Loroño.
Cartel de Martinez Ortiz de la Vuelta al País Vasco. Foto Excelsior.
Fue tal el interés que despertó el “I Gran Premio Bizkaia”, que incluso el periódico francés “L’auto”, organizador del Tour, mostró su admiración por la prueba. Fueron 100, los ciclistas que tomaron la salida con lluvia, viento, frío y granizo, en la que los participantes catalanes realizaron un papel mediocre. Val se pegó a la rueda de Remigio y aprovechando una confusión producida por una aglomeración de automóviles y tranvías en Algorta, escapó y le ganó a Loroño.
El 5 de julio de 1925 volvió a Navarra a disputar en Iruña la “Travesía del Pirineo”, en la que el corredor galdakoztarra, quedó en segunda posición. De vuelta a Bizkaia, en Sopuerta, por una mala táctica, repitió clasificación, montado sobre una bicicleta “Morales”, en un circuito lleno de cuestas y repechos, realizado contra viento y agua. La equivocación de Gutiérrez Ojembarrena, frenando a cien metros antes de la meta y el afán de Loroño por colocarse tras Sarduy, a 50 metros de la línea final para batir a aquel en el esprint, fueron las causas.
Tras Francisco Cepeda, Vencedor del Gran Circuito de Getxo.
Caricatura de Nik.
Con salida en el Gran Casino del Sardinero, comenzó la primera edición de la Vuelta a Cantabria, en la que finalmente Loroño obtuvo una quinta plaza, en una prueba con neto color vizcaíno. De vuelta a casa, el 25 de octubre de 1925 se celebró el Campeonato Ciclista de Bizkaia, donde tras una lesión por una caída en la Vuelta a Gipuzkoa y una mala táctica, por no utilizar una multiplicación adecuada, llegó en tercera posición. Navarra era un territorio que no le resultaba adverso y al año siguiente, Remigio triunfó en los 101 kilómetros del “I Circuito de la Ribera”, en Tudela.