Nacida en Bekea en 1913, fue una
importante figura del folklore vasco, cantando en euskera, su lengua natal y
vehicular, junto a su marido José
Ojanguren y otros panderojotzailes, albokaris y acordeonistas.
Romualda y
Mariano. Foto. Familia Ojanguren Zuloaga.
Antes de su etapa “profesional”,
Romualda se inició junto a su marido José
Ojanguren y el acordeonista Marcelo
Arrieta “Borlas”, por las fiestas, pasacalles
y verbenas de los pueblos de los alrededores. Se le podía escuchar por “Santotxikerra”, Upo y Lekubaso, montes
cercanos a Arteta donde se hacían
unas grandes y conocidas fiestas antiguamente.
Romualda y Marzelo. Foto. Familia Ojanguren Zuloaga.
A pesar de su buena andadura en
los grupos Ballet Olaeta y el grupo
de danzas Dindirri durante los años
58 al 60, en los que estuvo alternando actuaciones en
ambos grupos, prefirió unirse al grupo de danzas local Andra Mari. Una vez fundado dicho grupo,
fue miembro inicial y destacado. El albokari que le acompañaba en aquellos
tiempos era Antonio Aiesta “Jitano”,
vecino también del mismo barrio, primer albokari del Andra Mari y Romualda la primera panderetera, realizando los ensayos
en la cocina de su casa de Bekea. Como consecuencia de esos ensayos, se
realizaron actuaciones junto a un cuarteto de baile, como la recordada en el
desaparecido cine Regio de Galdakao, formando
entre otras niñas de la localidad, su hija de 12 años Belén Ojanguren.
Pasacalles por Galdakao. Foto. Familia Ojanguren Zuloaga.
Junto a Mariano Barrentxea y en representación del grupo Andra Mari, participaron en certámenes internacionales
de folklore, desplazándose por Gran Bretaña y Francia y ganando diferentes galardones.
En 1965 por ejemplo, obtuvo el segundo premio en
música dentro del grupo Andra Mari en
el festival de Llangollen en Gales. En 1964 en primera edición y en 1967 en
segunda, Romualda y Mariano Barrenetxea publicaron el disco
“Alboka: bailables vascos”, él como
albokari y ella como cantante y panderojotzaile. Este se reconoce hoy en día
como el primer disco de alboka publicado, anteriormente existieron grabaciones
aisladas, pero este es el primer EP (Extended
Play) oficial. Cabe destacar que toda esta labor era totalmente
altruista. Romualda jamás cobró por actuar, cantar o tocar, era su amor total
por el pueblo y la música vasca. Tampoco se ganó dinero en los certámenes, ni
con el disco editado.
Romualda con su hija.
En su casa de Bekea fue donde se
ensayaba casi de una manera clandestina. Allí acudían otros integrantes del Andra Mari a bailar y tocar diferentes
instrumentos. De estas reuniones, se conserva y se enseña hoy en día, un paso
de baile que se aprendió en origen con Romualda
Zuloaga y José Ojanguren.
Su acompañante más famoso fue sin
duda Mariano Barrenetxea, músico e investigador
del folclore vasco, y más concretamente de la alboka. La alboka era un
instrumento pastoril relegado a cuatro pastores del Gorbea, estaba abocado al
olvido, y gracias a los estudios y figura de Mariano, no cayó en este olvido y se recuperó, labor que también se
la debemos al grupo Andra Mari. Otros
personajes importantes en la vida de Romualda recordados por su familia son: Sabino Larrea, dentro del Andra Mari y mencionado en la contraportada del disco, y el músico, organizador
de certámenes culturales, conferenciante, txistulari y jefe de programación de
la Cadena Ser, José Luis Bengoa
Zubizarreta, que visitaba regularmente la casa de Romualda. Además de su
interés y presencia en casa, también se recuerda la emotiva entrada de radio
que realizó al fallecer Romualda en Galdakao, “pinchando” sus canciones en la
radio y rindiéndole un bonito y emocionante homenaje.
Fuente: Desiree Sanchez Ojanguren. Publicado en el periodico local Dime.
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