Ubicación del Batzoki. Foto Espiga
El domingo 14 de mayo de 1933 se celebraba en Usansolo una romería
y al mismo tiempo los radicales-socialistas tenían organizado un acto político en
Amorebieta. De regreso a las tres y media, los excursionistas se detuvieron en
las fiestas de dicho barrio. Al paso por sus calles, se oyeron gritos de ¡Viva
la Republica! que fueron contestados con gritos de ¡Gora Euskadi azkatuta!, dirigiéndose
posteriormente a la romería. Según el testimonio de un testigo, se oyó decir al radical-socialista Hilario Ortiz, la falta de valentía de los suyos. Llegaron dos parejas
de Forales y con la afluencia de abertzales de pueblos cercanos, los ánimos se
aplacaron. Una vez acabada la romería, los excursionistas volvieron en dos autobuses
por delante del batzoki y otra vez se lanzaron “vivas” y “goras”, entablándose un
tiroteo resultando dos muertos, Esperanza Zapata que viajaba en el autobús y el
joven Iñaki San Miguel de 13 años que se encontraba en el balcón del batzoki.
Forales de guardia ante el Batzoki. Foto Hernando
El anciano Santiago de Amuriza, gritó a los chicos que estaban en el balcón del batzoki que entrasen y en aquel momento fue herido Iñaki San Miguel, que se encontraba con su hermano Tomas y un primo suyo. Iñaki fue socorrido por Damiana de Madariaga, madre del conserje, donde murió auxiliado por un sacerdote y el secretario de la Junta Municipal, el señor Bernaola. Por otro lado, Joaquín de Elorriaga tuvo que refugiarse mientras se produjo el tiroteo, en la txabola del taller mecánico de Cosme de Oyarzabal, presentándose en ese momento los forales Pedro García y Juan Zengoitia que disolvieron a los contendientes.
Autobús de los Radical-socialistas. Foto Espiga
El alcalde Simón de Linaza se personó ante el foral Eugenio
de Azkargorta en el cuartel de Zuazo y no pudiendo comunicar con los miñones de
Usansolo, se dirigió allí llevando al oficial de secretaría Eugenio de Aranzeta
y al juez Francisco de Zabala. Allí reclamó la presencia de los Forales que se
hallaban en la taberna de Rementeria, donde se encontraban también los radicales-socialistas
sin que intervinieran los “Guardias de
Asalto”. Fue testigo de los insultos y amenazas a la autoridad municipal,
el tradicionalista Doroteo de Mendia. El alcalde y sus acompañantes se
entrevistaron con el Cabo de Forales Pedro García, dirigiéndose al batzoki
amenazado por los radicales-socialistas. Al llegar a la carretera general, entre ellos el “Hijo de Bodegas” de Lemoa", pararon coches y tranvías. A las nueve y media de la noche, la “Guardia de asalto” procedió al cierre y
detención de la directiva del batzoki, así como a otros abertzales locales y varios
concejales. El alcalde abandonó Usansolo, llegando a las once a la Central Telefónica de Galdakao, donde
cursó un telegrama dando cuenta de los hechos al Gobierno civil, mediante la
telefonista Teófila de Mendía.
Comitiva fúnebre. Foto Gil de Espinar
Al día siguiente de los hechos, hicieron acto de presencia
en el Gobierno civil, los diputados nacionalistas a Cortes: Leizaola, Robles de
Arangiz y Egileor. Por su parte, el gobernador civil visitó Usansolo el martes acompañado
por el alcalde Simón de Linaza, subiendo a la casa de Aboitiz que fue detenida y
en cuyo interior, encima del local del batzoki, penetraron los disparos,
rompiendo la puerta, una mesa, el piano, platos, cuadros y otros utensilios. Eulalia
de Azkunaga, que guardaba los ahorros de los niños de la Mutualidad Escolar, vio desaparecer tras los registros, los ahorros
de 126,90 pesetas. En Bilbao el día del entierro, grupos radical-socialistas intentaron asaltar el edificio de la imprenta de los
diarios “Euzkadi” y “La Tarde”.
Solidaridad con Iñaki San Miguel. Foto Cecilio
Fueron separados del cuerpo, el cabo y tres forales del
puesto. El número de detenidos en un principio fue de treinta y tres, curiosamente
todos abertzales, aunque rápidamente fueron puestos en libertad por el juez ante
la falta de pruebas, siendo visitados por sus familiares, quienes les llevaron
colchones y comida a la cárcel.
En la Gran Vía también fue agredido un joven abertzale Foto Gil de Espinar
Fuente: "Dime".
Fuente: Deia