Son 105 años los que han pasado desde la irrupción del nacionalismo vasco en Galdakao. Un año antes, ya se celebró una fiesta que preparaba la apertura de una sede social, como ocurrió en otras localidades. Se estaba generando lo que sería la primera presentación pública del EAJ-PNV en Galdakao, organizada por parte de la Juventud Vasca de Bilbao y la colaboración del delegado del partido en la localidad, Txomin Egileor y de su sustituto el señor Uriarte. Txomin Egileor formó parte de los primeros 20 delegados vizcaínos convocados a la reunión en los locales de Juventud Vasca de Bilbao para la designación del Delegado Regional de Bizkaia.
El éxito de aquella celebración aceleró la apertura de una sede. El edificio elegido fue la casa situada en el barrio de La Cruz, llamada Etxegorri y en cuyo café, regentado por Severiano Aranzeta, se celebraron las primeras reuniones clandestinas. El nacionalismo vasco, que pasó a ser una ideología atractiva para amplias capas de la sociedad vasca, amplió su presencia y comenzó a cosechar sus primeros éxitos electorales muy pronto. Galdakao disponía de un grado de industrialización, cierta prosperidad económica y un determinado nivel cultural, necesarias para la difusión del nacionalismo, frente a las zonas rurales, más reacias a cualquier cambio.
Barrio de La Cruz con el edificio Etxegorri al fondo.
Los actos de inauguración del batzoki comenzaron a las nueve y media la mañana, con la bendición de la bandera por el sacerdote Julián de Larrinaga, trasladándose acto seguido la concurrencia a la iglesia donde tuvo lugar la misa celebrada por Remigio Uriarte y cantada por miembros del batzoki local. El joven tenor Laborda, cantó al Ofertorio un Ave María, original del compositor de Lizarra Alfonso de Ugarte.
A las doce, una vez terminada la misa, se bailó un aurresku en la plaza por dos nacionalistas. Tuvo lugar después, en el batzoki, un suculento y bien servido banquete, con varios brindis hacia el ideal nacionalista. Posterior a la llegada del tren de Bilbao, a las tres y media aproximadamente, se bailó otro aurresku en la plaza, siendo innumerables los que formaban la cuerda y mayor aún los que formaban el corro. Luego se improvisó una especie de velada en el local de la sociedad inaugurada, donde hicieron uso de la palabra, los jóvenes oradores Larrea, Azkue y Ramón Léniz y cantó varios zortzikos el señor Laborda. El mayor entusiasmo reinó entre los asistentes, que asistieron a las diversas fiestas entre los que se veían personas de Bilbao, Begoña, Durango, Deusto, Barakaldo, Getxo, Portugalete, Muxika, etc. La banda de música de la fábrica de “La Dinamita”, amenizó las fiestas tocando en el kiosco de la plaza las más escogidas piezas de su repertorio.
Tras el golpe militar del general Miguel Primo de Rivera en 1923, los nacionalistas locales se vieron abocados a reorientar sus actividades públicas hacia otros ámbitos, especialmente de índole cultural. El PNV fue declarado ilegal y hubo de trasladar de nuevo su actividad a la clandestinidad, suspendiendo toda actividad política. Con relación a la corporación municipal elegida por voluntad popular con anterioridad al golpe militar, fue destituida, y en su lugar, designada otra nueva.
Publicado en el periódico local de Galdakao "Dime".
Publicado en el periódico local de Galdakao "Dime".
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