Relatados los antecedentes de la familia Uriarte nos centraremos ahora en la persona de Juan Bautista Uriarte Eizaga, titular de la avenida principal de nuestro municipio.
Juan Bautista Uriarte nació en Galdakao el día 2 de julio de 1876 y falleció también en Galdakao el 27 de octubre de 1918, como consecuencia de tristemente famosa gripe del dieciocho.
Sus padres le dieron una educación propia de una familia culta y acomodad. Observaron en el capacidad para realizar estudios superiores y por ello para cursar el bachillerato le internaron en el Colegio que los Jesuitas tenían en Carrión de los Condes. Finalizado s estos estudios, se trasladó a Madrid para estudiar la carrera de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos, que en aquel momento era la única escuela en España, donde se podía estudiar esta disciplina. Finalizo sus estudios en 1903, promoción en la que solo finalizaron la carrera siete alumnos.
Juan Bautista, en Madrid, para realizar sus estudios, se instaló en una pensión donde conoció a Ventura del Rio, hija de los dueños de dicha pensión. Años después se casó con ella y tuvieron cuatro hijos.
A principios del siglo XX fue un importante hito el logrado por Juan Bautista. En aquel momento Galdakao no tenía más que 2.825 habitantes. Téngase en cuenta se trataba de un municipio rural, en el que aparecieron tímidamente las primeras industrias.
Nos sorprende y también a sus descendientes, que Juan Bautista, siendo sus antepasados hombre de letras, se inclinara a estudiar Ingeniero de Caminos. Justifica esta circunstancia el hecho de que por parte de su línea materna. Los Eizaga, estaban vinculados al sector de la construcción, tanto su abuelo materno, como un tío político.
Con la esposa de Juan Bautista Uriarte hemos coincidido durante muchos años en Zabalea, puesto que venía de Madrid a veranear en el caserón Garaita la Pequeña. Acudía con su hijo Luis María Gonzalo del Rio fruto de su segundo matrimonio con Don Luis Gonzalo.
Los datos que a continuación relato los conocí a través de la lectura del libro que me presto en su día el nieto de Juan Bautista, hijo de su hijo mayor.
Este nieto de Juan Bautista Uriarte, excelente persona y gran amigo, se llamaba Juan María Uriarte Oraa (e.p.d.) puesto que falleció hace aproximadamente dos años. El libro que cito, lo escribió un compañero de carrera que conoció profundamente a Juan Bautista, llamado Lorenzo Pardo. El título del libro es “Recuerdo de la vida de un gran ingeniero”.
Lo normal de los ingenieros de caminos en aquella época era que al finalizar los estudios, trabajasen durante un periodo de dos años, como ingeniero ayudante colaborador de otro ingeniero experimentado en obra pública. Juan Bautista trabajo en esa función en la División Hidroeléctrica del Duero, así como en el ferrocarril de Santander, antes de ingresar en el cuerpo de Ingenieros del Estado. Ya en este Cuerpo del Estado, trabajo en la Comisión del Guadalquivir como responsable del proyecto de Regulación Hidráulica del rio que mediante 12 embalses repartidos en 175 km. conseguía el regadío de 95.000 hectáreas.
A continuación de esta obra le trasladaron a Ourense, donde medito abandonar su condición de funcionario del Estado y trabajar por su cuenta.
Poco después de adoptar la decisión de abandonar la Administración Publica coincidió que el Marqués de Urquijo, D. Juan Manuel, tuvo la idea de construir un salto hidráulico con el fin de producir energía eléctrica para Madrid. Se presentaron unos cuantos proyectos, pero fue el presentado por Juan Bautista el que gano el concurso y con él se construyó el llamado salto hidráulico de Bolarque. La sociedad constructora encargada de ejecutarla fue la integrada por su primo Juan Cruz Ereño Eizaga y otros. Juan Bautista fue el Director de dicha obre que tuvo el éxito de finalizar en año y medio. Al marqués de Urquijo le concedieron, por este motivo, el titulo de Marques de Bolarque.
La empresa constructora ofreció a Juan Bautista, por el éxito alcanzado, formar parte de la sociedad.
Fue al finalizar esta obra cuando se casó con Ventura del Rio y se instalaron en un sencillo piso en Madrid. Pero para él Galdakao era su destino definitivo. Su padre le donó una parcela de terreno de 1.500 m2 y Juan Bautista construyo una casa a la que denomino Garaita-Enea donde residió. Con el paso de los años, su hijo mayor, Ricardo, dono esta casa y como muchos aun recordaran se creó en ella la primera ikastola después de la guerra civil, fermento de la actual ikastola de nuestro pueblo.
El Ayuntamiento de Galdakao le encargo diferentes proyectos municipales: el lavadero público de la plaza de la Cruz, el kiosco de música, una presa para producir energía eléctrica…Fue nombrado ingeniero municipal.
La Sociedad formada por Ereño-Urigoitia seguía trabajando y cuando salió a concurso el ferrocarril transpirenaico presentaron pliegos realizados por Juan Bautista que fueron aceptados y aprobados y ejecutados por esta sociedad. El ingeniero galdacanes realizo en este proyecto diferentes obras que fueron muy reconocidas y valoradas, de forma muy particular las de Ripoll y Puigcerda.
Al final de 1917 una vez finalizadas estas obras regreso a Galdakao.
Siguió recibiendo ofertas de proyectos muy importantes que no acepto, excepto la construcción del Salto de Tocina para Electra de Viesgo, y como indicaron sus familiares “en este proyecto estaba cuando le sorprendió la muerte” como consecuencia de la tristemente conocida como la gripe de 1918.
Murió en Galdakao el 27 de octubre. Se sintió malo cuando trabajaba con sus propias manos en la antigua casa torre Zabala de su propiedad.
Murió con 42 años obteniendo un enorme prestigio en sus quince años de profesión. Dejo viuda y cuatro hijos. Sus restos reposan junto a los de sus padres y hermana Presentación en el panteón familiar de Galdakao. Dicen sus familiares que en el entierro de Presentación, el hijo mayor de Juan Bautista pidió ver los restos de su padre. Estos se encontraban perfectamente conservados 46 años después de su muerte.
La revista Obras Publicas de Bilbao reprodujo una carta de Don Telmo Ingeniero de la Comisión de los Ferrocarriles Transpirenaicos, que dice así:
"Era un sabio y un santo, trabajador modesto, simpático y sin más malicia que un niño. Yo y conmigo todos los míos, le queríamos como cosa propia”.
Quizá me haya extendido en exceso al relatar el entorno y vida de la persona de dio nombre a la avenida principal de nuestro municipio. Ello obedece a dos motivos fundamentales. El primero, por ser una persona a la que admiro como galdacanes, por su inteligencia, humildad y sencillez. Segundo porque la familia Uriarte, hemos mantenido una estrecha relación. Reflejo de ello fue el apadrinamiento bautismal de mi tia Eugenia y mi madre Beatriz por parte de las hermanas de Juan Bautista.
Respecto a la sencillez de Juan Bautista, contaré una anécdota que escuché a mi madre en más de una ocasión.
Cuando en verano nos disponíamos a comer, nuestra madre nos decía a mi hermano y a mí, “chicos bajar a la fuente de la Cruz y traer el agua”. Nosotros nos hacíamos los remolones, nos parecía que éramos mayores para este servicio de ir con la jarra o botijo a la fuente. La segunda vez nuestra madre repetía pero con voz más firme, “¿qué? ¿os da vergüenza ir con la jarra a por agua? Quien pensáis que sois por tener dieciocho o veinte años”. Y esta es la anécdota. Mi madre nos decía: ”Yo le he visto a Juan Bautista, siendo todo un ingeniero de Puertos y Canales, apearse del tranvía en la parada de la Cantábrica con un inodoro-para la casa que estaba construyendo- ponérselo al hombro y subir la empinada cuesta de la Cantábrica” Y continuaba, “¿y a vosotros os da vergüenza ir a por una jarra de agua?. El argumento era de peso, por lo que cumplíamos el mandato.
Con este simple comentario queremos manifestar que la sencillez de Juan Bautista Uriarte era enorme.
Nos llena de orgullo constatar que hace mas de un siglo un galdacanes fuera considerado figura indiscutible en todo el Estado, por su profesionalidad, inteligencia y honestidad.
Queremos pensar que la figura de Juan Bautista haya podido influir y servir de estímulo para que otros cuantos hijos del pueblo hayan cursado brillantemente la carrera de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos. Deseamos a estos sean considerados también figuras en su profesión.
Fuente: “Recuerdos, vivencias y algunos títulos nobiliarios que ostentaban distinguidas familias e ilustres personajes de Galdakao en el siglo XX”. José Miguel de Zabala
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