Trascurridos quince años de la construcción de las escuelas
de La Cruz, el ministro de Instrucción Pública dispuso acceder a la petición de
las autoridades municipales de la localidad, para que las escuelas graduadas se
denominasen en el futuro del doctor Gandasegui, como homenaje al arzobispo de
Valladolid.
A su
llegada al templo parroquial, fue recibido bajo palio, llevado por Ignacio
Undabeitia, Antonio Aldecoa, Narciso Fernández, Francisco Arriandiaga, Pedro
Tournan y Emilio G. del Solar. En el presbiterio le acompañó el Deán de la
Metropolitana de Valladolid, el señor Sertutxa, el canónigo de Burgo de Osma y
el doctor Santiago Lezama. Se canto la misa eucarística a cuatro voces del
maestro Perossi, por la capilla de la parroquia, reforzada con elementos de la
localidad, bajo la dirección del organista de la misma Tomas Larrinaga, que de
esta manera quisieron rendir tributo al homenajeado.
El presidente de la Diputación de Bizkaia, pronunciando un discurso en el acto del descubrimiento de una lápida dedicada al Arzobispo de Valladolid. (Foto Izquierdo).
El
domingo 21 de agosto de 1927, se celebró el homenaje de Galdakao a su hijo, el arzobispo
de Valladolid Remigio Gandasegui. Los galdakoztarrak pusieron colgaduras en sus
balcones y se congregaron en el barrio donde iba a tener lugar el homenaje con
motivo de la nueva denominación de las escuelas. Llego Gandasegi con el
canónigo de la “Metropolitana” de Valladolid, siendo objeto de gran ovación.
Inmediatamente se organizo la comitiva desde la casa consistorial a la iglesia
parroquial. Abría la marcha, la banda de música de “La Dinamita”. En primer
lugar, en filas dobles, marchaban los niños y niñas de las escuelas graduadas,
con estandartes a la cabeza. A continuación, el Ayuntamiento presidido por el
alcalde León de Asua y seguidamente el Arzobispo, acompañado del presidente de
la Diputación y diputados, el vizconde de Moreaga de Icaza y Gaytan de Ayala,
el presidente de la sala de la audiencia territorial de Valladolid, Ramón Pérez
Cecilia, Ildefonso López Gómez, Dean de la Metropolitana de Valladolid, inspectores
de enseñanza de Bizkaia, delegado gubernativo y el juez municipal Amadeo
Gandasegi.
Del
templo se trasladaron a la casa consistorial, esperando al gobernador civil
Cesar Ballarin. Llegado este, fueron a las escuelas y en medio de gran
entusiasmo, se procedió a descubrir la lapida que al hijo de Galdakao el doctor
Gandasegi, le dedicó su pueblo. La lapida de mármol de Carrara descubierta, fue
proyectada por el dibujante bilbaíno Antonio Frade y ejecutada en los talleres “Altuna
e Hijos” de Donostia. En el acto, hablaron el secretario del Ayuntamiento, el señor
Aguirre en representación del alcalde, el inspector provincial de enseñanza, el
presidente de la Diputación Esteban Bilbao y el gobernador civil Cesar
Ballarin. El Arzobispo de Valladolid hablo en último término para dar las
gracias a todos.
Tuvo también,
un recuerdo para el jesuita y filosofo, P. Urraburu, que nació en Zeanuri y en
cuya casa, se exhibe el escudo de los Gandasegi, implicando a las autoridades
para que honrasen su memoria. Terminó con un ¡Viva Galdakano!, que fue
contestado por todos los presentes. Después, fueron obsequiados los invitados,
con un exquisito banquete servido por el Hotel Arana. Durante todo el día, se
recibieron cartas, telegramas y telefonemas de adhesión al acto.
Fuente: Dime
Fuente: Dime
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