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miércoles, 8 de septiembre de 2010

La polémica carrera

Organizada por el Club Elexalde se celebró el 30 de septiembre de 1923 una interesante carrera ciclista con un recorrido de 60 km. (repitiendo seis veces el trayecto La Cruz-Zuazo-Murtaza y regreso). La relación de premios estaba expuesta en el escaparate de Ellakuria en La Cruz.

                       
Salida de la carrera en Juan Bautista Uriarte.Foto libro “Bazen behin Galdakaon…. (II)”


Ignacio Chalbaud aportaba una copa de plata (premio social), Begoña y Pilar Chalbaud una copa (primer premio), Iñaki de Rotaetxe una copa (segundo premio), el Ayuntamiento doscientas cuarenta pesetas (a repartir), los hijos de Ellakuria una copa de plata (para el primero del pueblo), el alcalde Restituto de Barrenetxea una pitillera de plata (tercer premio), el Circulo de Obreros Santa Bárbara una pitillera y un mechero de plata (cuarto premio), Andrés de Aranbaltza una pluma estilográfica de oro ( quinto premio), Pedro de Urizar veinticinco pesetas (a repartir), Santos López de Letona un monedero de plata (sexto premio), la Sociedad Recreativa La Cruz un farol y una bocina (séptimo premio), Alfredo de Elberdin un reloj de pulsera de caballero (primero en la segunda vuelta) e Ignacio Morales de Bilbao, un farol (primero en la cuarta vuelta). Un reloj chapeado en oro, regalo para el que llegase el último, fue la aportación de Agustín San Nicolás. Para la carrera se inscribieron los más afamados corredores del País Vasco.


Jurado de carrera.


Con tiempo esplendido y un piso excelente, se verificó la carrera que generó gran expectación y entusiasmo, inscribiéndose 30 corredores. A las diez y cuarto, se constituyo el jurado así: presidente honorario Ramón Atutxa, primer teniente alcalde; presidente efectivo, Luis Uriarte, presidente del Club Elexalde; vocales: Dionisio Hormaetxe, segundo teniente alcalde y Juan Jugo; cronometradores: Ignacio Chalbaud y Juan San Salvador; técnico, Tomas San Salvador y secretario Andrés Carrasco, además había más de cuarenta jurados en el trayecto de la carrera.

A las diez y media dieron salida veinte corredores. La existencia de una prima para el primero que pisase la cinta en la cuarta vuelta, provocó que bajando en cabeza Salazar y Remigio Loroño a gran velocidad, este, involuntariamente se inclinó sobre el costado de Salazar, y colocado entre la fila del publico que había estrechado el paso de la carretera y Loroño, se inclinó al costado de Loroño, chocando codo con codo, saliendo los dos despedidos, cayendo Loroño y continuando Salazar. Entonces, parte del público al ver caído a Loroño se arremolinó y recogió al herido. Salazar al dar el viraje, le advirtieron que no volviese, pues los ánimos estaban muy excitados y entonces fue cuando el alcalde lo retuvo en la Casa Cuartel de los Forales de Zuazo.

                                            
                                            Martín Salazar

La clasificación final quedó de la siguiente forma: primero Marcelino Loroño, del Club Elexalde, copa de plata, la copa de plata de los hijos de Ellakuria, una copa de plata para el primer clasifido durante dos años y 100 pesetas. 2º Basagoiti "Kukue", del Elexalde, copa de plata de Iñaki Rotaeche y 75 pesetas. 3º Miranda, de la S.C. Bilbaína, pitillera de plata del alcalde R. de Barrenechea y 50 pesetas. 4º Rubio, de la S.C. Bilbaína, mechero y pitillera de plata del Círculo de Obreros Santa Bárbara y 25 pesetas, y 8º Santamaría, del Elexalde. El farol de metal blanco del señor Morales, regalo para el que llegase primero en la cuarta vuelta, fue para Remigio Loroño.

Los comentarios y la defensa en el municipio del corredor local, se prolongaron meses después de esta accidentada carrera. Los partidarios de Remigio opinaban que Salazar lo había hecho para impedir participar en el Campeonato de Vizcaya por ser un enemigo temible. Un año más tarde, no pudo celebrarse la carrera con el mismo nivel de corredores.

                

Publicado en el periódico local de Galdakao "Dime".

lunes, 6 de septiembre de 2010

Los preparativos de la visita del Obispo

En 1905 el insigne señor doctor don Remigio de Gandasegi, nuevo Obispo de Ciudad Real y Prior de las Ordenes Militares, que se disponía a ser elevado a la “plenitud” del sacerdocio el día de Santiago, a los treinta y cuatro años, llegaba al municipio. Galdakao se preparaba a tributar un recibimiento entusiasta a su hijo, con la elaboración de monumentales arcos de bienvenida por parte de “La Dinamita”, del Ayuntamiento y de la Sociedad Recreativa.

Foto: Biblioteca Nacional de Madrid

En el escaparate de la farmacia de Emilio González del Solar, se encontraba la magnífica mitra que la Sociedad Recreativa “La Cruz”, regaló al hijo de este pueblo. La mitra expuesta, era una verdadera joya de arte que honraba al escultor bilbaíno Pedro de Sorreguieta, autor del dibujo, y al establecimiento donde había sido confeccionado, uno de los más importantes de Lyon (Francia), de estilo gótico florido, bordado en finísimo oro sobre tisú de plata, buscando el claro-oscuro por medio del artístico modelado. Iba encerrada en un precioso estuche con cantoneras, asa y cerraja de plata, forrado en su interior de raso blanco y por el exterior de morado. Según la prensa de la época: “Mil agradecimientos merecía la Sociedad Recreativa “La Cruz” por el hermoso obsequio que se realizó a su ilustre paisano, y en especial los comisionados por dicha Sociedad, Aurelio Pérez Soto y Rufino de Aldazabal”. En el mismo escaparate, se exponía también el precioso báculo con que los galdakaotarras obsequiaron a Remigio Gandasegi.

En el correo de la mañana, salieron para Zaragoza Amadeo de Gandasegi con su esposa Manuela de Anza, para asistir a la consagración del señor Gandásegui. También se proponían asistir al acto una Comisión del Ayuntamiento, compuesta del señor alcalde y del secretario; por el cabildo parroquial, Remigio de Uriarte; por la Sociedad Recreativa, Aureliano Pérez Soto y Francisco de Rementeria, y Alejandro de Gorrotxategi y Susana de Gandasegi, tío y hermana, respectivamente, del nuevo Obispo. Posteriormente, de Zaragoza, también regresaría Sixta Barrenetxea y Gandasegi, y de Vitoria, Pedro de Barrenechea y Gandasegi, sobrino del nuevo Prelado, alumno interno en el Seminario Conciliar de Vitoria.

Por otra parte, continuaban los ensayos de la Misa eucarística de Perossi, a cuatro voces, que se cantaria en la primera Misa pontifical que celebró el obispo, dirigida por Julián de Larrinaga, con cuyo motivo se realizó una gran fiesta infantil.

A los pocos días, llegó por fin a Galdakao el Obispo, celebrándose los actos tan esperados por la población del municipio, con la participación también de los vecinos de Bilbao, Amorebieta y alrededores. La visita sería aprovechada para hacer entrega al Municipio del nuevo Camposanto, que fue bendecido por el joven Prelado de Dora.
                                                    
                             

                    Publicado en el periódico local de Galdakao "Dime".