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sábado, 2 de abril de 2011

Se acabó la monarquía

En el mes de enero de 1930, caía la llamada “dictablanda” destituida por el propio Alfonso XIII, que encargó el nuevo gobierno al general Dámaso Berenguer, anunciándose nuevas elecciones. Tras la dimisión de Miguel Primo de Rivera, los sucesivos gobiernos fueron preparando el camino hacia la normalidad democrática y la restauración del sistema parlamentario.

                         "La República Vasca” de Antonio de Gezala


En Galdakao, la situación de inestabilidad no era muy diferente. El 25 de febrero de 1930, fueron proclamados los nuevos concejales correspondientes a la mayoría de votación y a los mayores contribuyentes. Pero días después, Alfredo Elberdin, T. Atxutegi, Dionisio Ormaetxe, José Restituto Barrenetxea, Martín Linaza, Narciso Fernández, Antonio Aldekoa, Pedro Urizar y Francisco Abasolo, presentaron antes de dar comienzo el acto de constitución del pleno, un escrito de renuncia al cargo, fundamentando su decisión, en que la formación de la corporación no respondía a los sentimientos democráticos del pueblo.

En marzo se volvieron a nombrar nuevos concejales, pero otra vez se produjeron dimisiones, como las de Benito Atutxa, Faustino Goria y Santos Bengoa. Como nota curiosa, nuestro Ayuntamiento sería el único de Bizkaia que a finales de marzo, faltaba por constituirse. Finalmente, tomó posesión de la alcaldía Miguel de Oleaga y los concejales Azkunaga, Asua,  Zarandona, Ereño (S.), Estankona, Pérez, Ereño (L.) y Arribalzaga. En julio de 1930, se vuelven a producir nuevas renuncias; la de Domingo Diego, Pedro Jugo, Pedro Sagarminaga, Francisco Bikandi, Juan Aurtenetxe y Juan de Oyarzabal.

El año acabará con la organización de la oposición a la monarquía y con la sublevación de Jaca, en la que dos oficiales proclamaban la república, preocupando en Galdakao, la situación de dos vecinos, que realizaban el servicio militar en aquella localidad. Dos días después, los cabecillas de la rebelión, fueron fusilados en un consejo de guerra sumarísimo. Finalmente, se establecería la fecha de las elecciones municipales, el día 12 de abril de 1931.

El martes 14 de abril, a primera hora de la tarde, comenzaron a llegar noticias de la proclamación de la República en Eibar. Se podían ver por la carretera general, numerosos automóviles engalanados con banderas vascas y republicanas, lanzando gritos de ¡Gora Euskadi Azkatuta! y ¡Viva la República Vasca!. A las cinco de la tarde, salió de Zuazo la Banda de música con una biribilketa y precedida de banderas vascas y republicanas, que se dirigió a La Cruz. Por el camino, la gente en grandes grupos, iba engrosando la manifestación. En la plaza de La Cruz, la Banda en el quiosco, entonó los himnos Nacional Vasco, el “Gernikako arbola” y la “Marsellesa”. A las siete, ya era conocida la renuncia del rey. Sobre las diez y media de la noche, se congregó el gentío en la plaza de La Cruz, se arrancó la placa de la Avenida de Alfonso XIII y en el Ayuntamiento se izaron las banderas vasca y republicana. Las casas y edificios, se veían engalanados con banderas, lazos y colgaduras.

El nuevo Ayuntamiento quedó constituido en la madrugada del miércoles, nombrando alcalde a Simón de Linaza, acompañado por otros ocho nacionalistas: Pedro Urizar, Julián Abasolo, Mariano Oyarzabal, Santos Muñoz, Aniceto Egileor, Pablo Etxebarria, Andrés de Larrea y Regino Barrenetxea; cuatro independientes: Bernabé Totorika, N. Basoa, Isidro Rekalde y Julián Larrinaga, y un monárquico, Tomas Asua, A los pocos días, el Ayuntamiento a iniciativa de los nacionalistas locales, se implicó en la campaña emprendida en favor del autogobierno.

Publicado en el periódico local de Galdakao "Dime".

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