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jueves, 26 de mayo de 2011

El atentado de Plazakoetxe


A las diez de la noche de un día de 1933, se produjo en el joven Ramón de Gandarias, en el barrio de Plazakoetxe, junto al surtidor de gasolina y la farmacia de Lartitegi, un atentado. Salían del “Bar Orue”, Ramón Gandarias con su amigo Domingo Piquero de Tximelarre. Ramón Gandarias, que vivía en Iberluze, había pasado el día en Plazakoetxe, asistiendo a los actos organizados por la “Euzko Etxea” de ANV. Al salir tomaron el camino hacia Zuazo. Apenas anduvieron cincuenta metros, sonó un disparo y Gandarias se desplomo. Su acompañante, trató de agarrarle, pero cayó al suelo. Entonces Piquero se dio cuenta que un individuo cruzaba la carretera, al que no pudo reconocer por la oscuridad, tomando el camino de Guturribai.


                                  Lugar del atentado, Plazakoetxe.

Dos guardias salieron en persecución del huido, deteniendo a Félix Santocildes, pero se creía que no era él, el autor de la agresión y se le liberó. Mientras tanto, acudieron muchos vecinos y amigos al lugar de los hechos. Gandarias fue recogido y llevado a la farmacia de Lartitegi, donde se le hizo la primera cura. Entre las personas que llegaron en los primeros momentos, estuvo el alcalde en funciones, Santos Muñoz Orue, que atendió al herido. Después de curado, se le trasladó en el taxi de Francisco Bikandi a Bilbao, primero a la Casa de Socorro y después al Hospital de Basurto. Según el parte facultativo, el herido presentaba una herida de arma de fuego por la espalda, sin orificio de salida. Su estado se consideraba grave.

Según las declaraciones de Domingo Piquero, el tiro se disparó desde el lado de la escombrera del barrio de Tximelarre, donde se encontraba la carretera general en construcción. Julián Etxebarria, vecino de Plazakoetxe, explicaba, que cuando sonó el disparo estaba en el balcón de su casa, situado a treinta metros de donde cayó Gandarias herido. Casi seguido del disparo, vio a un individuo que del lado de la escombrera de Tximelarre atravesaba la carretera y corriendo huía por el camino de Guturribai. Desde su balcón, demandó auxilio.

Las sospechas recayeron en Juan Rodríguez, vecino de Gorosibai. A este individuo, se le vio durante la tarde en Plazakoetxe con actitud que inspiró desconfianza, ya que invitaba a bebidas a todo el mundo, como al joven Santiago Uriarte, vecino de Tximelarre, a un mendigo y varios más.
En vista de que el ambiente era de acusación para Rodríguez, se requirió a Carmelo de Leizaola para que prestase su automóvil para que la Guardia Civil pudiera trasladarse a Usansolo. Se trasladaron tres números de la Guardia civil y el joven Florencio de Uranga. Llegaron al domicilio de Rodríguez y salió la esposa, quien dijo que su marido ya no se encontraba allí. Posteriormente se dirigieron al bar situado debajo de su casa y se interrogó a sus compañeros radical-socialistas, sin ningún éxito. Era ya media noche, y los guardias decidieron dirigirse de nuevo a casa del sospechoso. Salió vestido en pijama, y tras un interrogatorio por el jefe de la fuerza pública, fue detenido para ser conducido a los calabozos del Ayuntamiento. Juan Rodríguez negó que hubiese estado en Plazakoetxe, pero las manifestaciones de los testigos sobre la presencia de Rodríguez, estaba demostrada. El juez practicó diligencias, tomando declaración a numerosos testigos, coincidiendo todas ellas en acusar a Juan Rodríguez como autor del atentado.

Publicado en el periódico local de Galdakao "Dime".

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